Plenilunio - La claridad de la Luna
> Edición 0 - Junio 10, 2025 - I. Antoine Suárez V. - Foto de Aron Visuals en Unsplash
✦ Editorial
Podemos decir que, cuando la luna llena está en su mayor esplendor, estamos viendo al sol desde un espejo. La Luna es tan maravillosa que, aun sin luz propia, puede iluminar la penumbra de tu camino. Tal vez, por el formato, esto no sea una revista tradicional. Tal vez, por la falta de presupuesto, no sea una revista digital como las que conoces, pero de seguro es un Webzine.
Estamos iniciando con el número 0 de este proyecto, que te recomiendo leer con calma, ya que es nuestro piloto. Así como la Luna tiene su fase brillante, también tiene su fase oscura, y publicaremos en estos dos extremos: Plenilunio (Luna llena) y Novilunio (Luna nueva).
Me encantaría poder decir “sí, somos un grupo”. Lo cierto es que, si no hablo en plural, me siento un poco solo. Sin embargo, en este Webzine podré compartir un poquito de mí y de mi forma de encontrar las ideas o de pensar.
Espero que te guste y lo disfrutes. Saludos cordiales.
✦ Un poco de luz
Principalmente había pensado en escribir algunos “¿Sabías que...?” dando datos puntuales, pero decidí explicar un tema más a fondo que es importante tanto para cuestiones esotéricas como para cultura general. Y qué mejor tema que el que le da nombre a este Webzine. Espero te guste.
✦ Un ciclo sideral entre la luz y la sombra
La Luna, hermosa Luna... ha inspirado tantas canciones, poemas, escritores, bardos, magos y científicos. No necesitamos tener conocimientos extraordinarios en astrología o astronomía, ni ser artistas sentimentales para alzar la mirada y apreciarla. Entender cuándo es cada momento es realmente simple.
El ciclo lunar en pocas palabras "El ciclo lunar es el período en el que la Luna completa una vuelta alrededor de la Tierra respecto al Sol. Esto dura unos 29.5 días y se conoce como mes sinódico. Pero hay otro ciclo igual de importante: el mes sideral, que dura unos 27.3 días y mide el tiempo que la Luna tarda en volver a la misma posición respecto a las estrellas fijas del firmamento."
Esta es la parte técnica, pero ¿qué significa? Es simple: el ciclo sinódico es la luminosidad de la Luna, desde Luna nueva a Luna llena y de regreso. Mientras que el ciclo sideral es el movimiento de traslación de la Luna; digamos, es el equivalente a lo que celebramos en la Tierra cada 1° de enero.
¿Qué es la Luna? En realidad, la Luna es una gran roca que orbita nuestro planeta. A estas rocas con ciertas características se les conoce como satélites naturales, y a menudo les damos nombre. En algunas culturas como la nórdica se le conocía como el dios Manni, de género masculino, mientras que la diosa Sunna era el Sol. Aunque si nos ponemos técnicos, los satélites son de género masculino y, en el caso del nuestro, es como los hombres que se llaman Guadalupe. Pero hay más satélites con nombres femeninos, como Europa o Ío, que orbitan a Júpiter. Se les da ese nombre porque Júpiter es el nombre romano de Zeus, quien tuvo varias amantes como Europa e Ío.
Ciclo sinódico: fases e iluminación (la luz que vemos) Es muy simple entender la luminosidad de la Luna. Como sabemos, la Luna no tiene luz propia; ella refleja la luz del Sol. Por ende, depende de su movimiento de traslación (mes sideral) para reflejar la luz. Lo que nos lleva a entender que todo es cuestión de perspectiva. El experimento más sencillo que puedes hacer es ponerte frente a una lámpara y tomar un objeto, de preferencia una pelota. Aléjate unos pasos de la fuente de luz, estira el brazo con la pelota y gira para simular el mes sideral (traslación) de la Luna.
¿Qué tienes que ver? Cómo se ilumina y cómo se oscurece. Si la habitación es lo suficientemente oscura como para simular el espacio, podrás ver las fases lunares en la pequeña pelota. El foco sería el Sol, tú serías la Tierra y la pelota la Luna.
Ahora te explico lo que está pasando: cuando la Tierra (tú, sosteniendo la pelota) está viendo hacia el Sol (el foco), es de día y no hay luz que reflejar. Así que es Luna nueva. Conforme empiezas a girar con la pelota, vas viendo cómo el borde se empieza a iluminar. Eso se conoce como creciente, que va desde que apenas se ve una “uñita” hasta que llega a la mitad iluminada. En esta parte, la Luna se verá más de día que de noche.
Cuando llegamos a un ángulo de 90° —o, en otras palabras, hacemos una escuadra—, ya es cuarto creciente. Esto dura solo uno o dos días. A partir de este punto, la mitad del día y la mitad de la noche se podrá ver la Luna. Pasados tres días, es gibosa creciente y se puede apreciar más de noche, hasta que llegamos a la Luna llena.
Para este punto, nosotros estaríamos dándole la espalda al foco. Lo mismo pasa con la Luna: ella está completamente del lado opuesto del planeta. Aquí es donde, si está muy cerca de la Tierra, se genera un eclipse, ya que no dejaríamos pasar la luz del Sol y le haríamos sombra.
Después, el ciclo empieza a ir en sentido contrario. A esto se le conoce como menguante. Empezamos con la gibosa menguante, que es un día después de la Luna llena. Conforme más avanza, la Luna empieza a perder terreno en el firmamento nocturno para empezar a habitar en el cielo diurno. Se llega al cuarto menguante, que corresponde a la última mitad de la noche y la primera mitad del día. Uno o dos días después ya solo se le conoce como Luna menguante o Luna vieja, y nuevamente vuelve a estar más tiempo de día que de noche, hasta llegar a Luna nueva y volver a estar en su totalidad de día. Si la Luna está lo suficientemente cerca de la Tierra, se puede producir un eclipse solar.
Si quieres saber cuánto dura cada fase, es simple: todo depende del porcentaje de luminosidad de la Luna:
Luna nueva – del 0% al 1%
Creciente – del 2% al 48%
Cuarto creciente – del 49% al 51%
Gibosa creciente – del 52% al 97%
Luna llena – del 98% al 100%
Gibosa menguante – del 52% al 97%
Cuarto menguante – del 49% al 51%
Menguante – del 2% al 48%
¿Por qué esto importa? Comprender la fase lunar no solo ayuda a planificar rituales, sino también a entender nuestra conexión con los ritmos naturales. Magos y brujas siguen la Luna para alinear sus intenciones: sembrar deseos en Luna nueva, potenciar resultados en Luna llena, y limpiar en menguante. Y no solo ellos: también es importante en la agricultura, ya que marca cuándo es el mejor momento para algunas siembras o cosechas. Por ejemplo, el maíz se siembra en Luna nueva y se cosecha en Luna llena, mientras que la papa se cosecha de noche en Luna llena para poder ver bien, ya que el sol puede quemar el tubérculo.
Astrónomos y curiosos disfrutan de la belleza del cielo diurno al reconocer que ese disco blanco que flota entre las nubes no está fuera de lugar, sino en su momento exacto. Las personas comunes y corrientes pueden simplemente encontrar un momento de calma al saber que, como la Luna, ellos también están en constante cambio. Incluso los médicos suelen evitar cirugías de riesgo en noches de Luna llena para prevenir hemorragias.
Ahora, entender la relación de la Luna con los fluidos del planeta sería tema para otra publicación.
Dato curioso: Cuando la Luna está al 50% iluminada (cuarto creciente o cuarto menguante), forma un ángulo recto con la Tierra y el Sol, por eso su forma parece "cortada" perfectamente. En estas fases es cuando mejor se observa el relieve de sus cráteres con un telescopio, gracias al contraste de las sombras.
La próxima vez que veas la Luna a plena luz del día, recuerda que su visión no es una excepción: es un recordatorio silencioso de que incluso la luz más sutil tiene su lugar.
✦ Conversaciones entre cuervos
Exterior. Noche. Dos grandes cuervos posados en la rama de un árbol seco.
Hux: ¿Qué tanto le ves a la Luna?
Mux: Solo la observaba y me quedé pensando...
Hux: ¿Tú? ¿Pensar? ¿Acaso no te duele?
Mux: Bueno, en realidad recordaba...
Hux: ¿Y qué recordaste?
Mux: Dicen que, cuando los tontos miran la Luna, se pueden sentir sabios.
Hux: ¿Y ahora te sientes sabio?
Mux: No. En realidad, ahora lo sé: soy tonto.
✦ Ojos que no ven, corazón que no siente
Si algo tiene de fascinante la luna llena en la noche es que te permite ver en la oscuridad. Sé que suena un poco absurdo, pero la luz que emana es tan tenue que no podemos decir que es completamente visible, pero es suficiente para apreciar muchas cosas. Solo imagina el siguiente caso:
Es de noche. Una gran nube tapa la luna y no puedes ver absolutamente nada. No tienes lámpara ni celular, y estás en medio de un bosque donde apenas puedes distinguir una senda. Obviamente, no se ve nada. No puedes quedarte inmóvil porque hace frío y quieres salir de allí. Así que empiezas a avanzar; en el camino te caes, te golpeas, te haces daño. No ves absolutamente nada. Sabes que fue una roca por lo frío y rígido al herirte. Sabes que era una araña por la telaraña que traes en la cara y en el cabello. Sientes miedo, pero no saber qué viene te hace esperar que llegarás a un lugar mejor.
De pronto, la nube se va y la luna llena ilumina tu camino. ¿Y qué te encuentras? Un sendero lleno de piedras, troncos caídos y nidos de arañas. Puedes apreciar cómo una serpiente se esconde no muy lejos de ti. Si antes sentías miedo, ahora el panorama no pinta nada bien, porque lo que ves te horroriza. No hay forma de salir de allí sin lastimarte. ¿O sí?
En la oscuridad tenías la ilusión de que tu destino sería un lugar mejor, pero ahora que el camino se ilumina, te das cuenta de que solo estabas adentrándote en un lugar aún peor...
Por desgracia, esta pequeña analogía suele suceder en la vida real con mucha más frecuencia de lo que puedes imaginar. Tal vez no estás en medio de un bosque, pero puede que estés en una relación en la que siempre piensas que tu pareja va a cambiar; en un trabajo donde crees que algún día valorarán lo que haces; con amistades, familia, o en tu propia vida. Solemos cerrar los ojos o nublar nuestra mente, nuestra razón y nuestra realidad, con la esperanza de que las cosas van a cambiar y de pronto serán como siempre lo hemos deseado. Pero cuando quitamos esa venda, cuando se disipa la nube que ocluye nuestro camino, nuestra vida, nos topamos con la realidad de que las cosas están peor de lo que creíamos, y que todo ese avance solo nos ha metido en una situación que nos hará mucho más daño.
Llega el momento en que deseamos mentirnos, deseamos cerrar los ojos y queremos imaginar, pensar, sentir... que todo lo que hicimos, lo que sacrificamos, lo que nos dañamos, no fue en vano. Que en realidad sí estábamos logrando algo. Pero volver a abrir los ojos nos da otra bofetada y regresamos a esa realidad de la que ya no podemos escapar. La oscuridad nos dejaba avanzar a un lugar que, aunque no era el mejor, nos mantenía con ilusión. Pero esa luz que tanto queríamos, esa que esperábamos para obtener la fuerza para lograr el objetivo, esa luz que nos motivaba a seguir dañándonos, cuando aparece, solo nos enseña un camino mucho más doloroso. Nos desmiente, nos muestra que todo era tan distinto que duele ver la realidad. Duele más que cualquier piedra, rama o mordida de araña de las que habíamos sufrido en el camino.
Ahora, por más que queramos engañarnos, ya no podemos, porque ya conocemos el camino a seguir. A menudo, es de sabios cambiar el rumbo, dejar de aferrarnos al dolor sufrido y simplemente virar. Por desgracia, muchas otras veces, todo lo sufrido nos obliga a seguir el camino, a creer que si nos retiramos habremos sufrido en vano. Y lo peor de todo es que eso también es válido. No puedo decir qué es mejor: si retirarse, esperar a que el sol salga, o incluso seguir recorriendo el camino. Si no puedo decirlo, es porque sé que cada quien piensa distinto. Lo que es mejor para unos puede que no lo sea para otros. Pero estoy completamente seguro de que, llegados a este punto, las cosas han mejorado sustancialmente.
Hablamos de una oscuridad que era muy dolorosa pero cómoda. No sabíamos qué iba a pasar, pero era cómodo no saber nada. Sabíamos que las cosas estaban cada vez peor, pero era cómodo no saber más. El problema llega cuando las nubes se van, cuando lo que culpábamos desaparece. Ahora ya no hay a qué o a quién culpar. Por primera vez, nos toca asumir nuestros actos, reconocer el terreno y ver que el daño no fue exactamente por las rocas, los palos o los arbustos... En realidad, fue nuestra obstinación por querer pasar por ese lugar sí o sí. Pero ahora lo vemos, vemos de dónde venimos y a dónde podemos ir.
Si te retiras, es porque tal vez notas que hay un camino menos doloroso. O tal vez estabas atravesando el bosque en vez de ir por el sendero. El poder apreciar lo que hay de frente te da la fuerza y las ganas de luchar contra ese camino áspero. Si te dañas, ya es sabiendo lo que puede pasar, pero aun así hay que superar ese gran reto. Como digo, cada quien puede tomar la decisión que mejor le parezca. Pero la luz ya te está dando la opción de tomar una decisión objetiva, porque ahora eres consciente de la situación. Ahora tienes el control y, aunque duela, la decisión que tomes será consciente de ello.
Si me permites decírtelo: todo ese tiempo, ese dolor, ese desgaste y el dolor de ver habrán valido la pena cuando tomes una decisión basada en la realidad y dejes de engañarte. Cuando aceptes que el camino es horrible, pero ahora tienes el control. ¿Aceptarías ver la realidad?
✦ Te vas y te llevas mi corazón
A mi querido Man:
Hay tanto que deseo decirte que no sé por dónde comenzar, ni cómo ordenar las palabras. Pero sé que debo escribirlo, pues llevo ya dos días desde que supe de tu arresto. Me encontraba en casa de mi tía cuando llegó el coronel, anunciando que habían capturado a un desertor. Como era de esperarse, todos nos alegramos, ya que sabes muy bien por qué se lucha en esta guerra… pero cuando pronunció tu nombre, todos nos quedamos anonadados. Yo no pude ocultar el estupor que se apoderó de mí.
¿Por qué lo hiciste?
Realmente lo tenías todo… Bueno, casi todo. Pero el coronel te apreciaba a tal magnitud, que no hubiera puesto objeción alguna a nuestro compromiso. Siempre hablaba de ti con respeto, con estima. Me pregunto, entonces, si ya teníamos lo necesario para ser felices cuando terminara la guerra… ¿Por qué desertaste? Ya no ibas a ser enviado al frente. Por más que doy vueltas y revuelvo pensamientos, no logro comprender qué fue lo que te orilló a tomar tal determinación.
Me duele imaginar que todo lo que me dijiste, lo que me prometiste… no haya sido real. Pero si no lo era, ¿por qué te esforzaste tanto en ascender? Ya no sé qué pensar. Me derrumba saber que jamás tendré respuesta, que están por fusilarte y que no hay nada que yo pueda hacer. Me hiere el alma saber que te entregué todo cuanto tenía —y cuanto era—, y que lo arrojaste todo justo al final.
Pero lo que más me duele es saber que no volveré a verte y que nadie podrá comprender el sufrimiento que cargo en el pecho.
Quisiera odiarte. Quisiera aborrecerte. Quisiera sentir una gota de satisfacción al saber lo que te espera… pero no puedo. Porque no consigo entenderlo.
Por ahora, el papel y la pluma serán mis únicos compañeros en este pesar.
Le ruego a Dios —con toda mi alma— que haga algo, que obre un milagro, que te libre del destino que te amenaza.
Por siempre tuya, Caterin
✦ Tu carta del zodiaco
Como sabes, suelo marcar los signos zodiacales según la posición física del Sol en el momento del nacimiento. Sin embargo, las fechas de cada signo pueden variar con este método, ya que el movimiento de los astros no es exactamente igual cada año.
Por eso, para este horóscopo, usaremos las fechas más comunes y populares, las que probablemente ya conoces.
¿Otro horóscopo zodiacal más? En realidad… no exactamente. Esta vez quiero hacer una lectura de tarot para los doce signos, y a partir de ella construir el horóscopo.
¿Cómo lo hago? Es sencillo: tiro veinticuatro cartas en pares, una para la fortaleza y otra para la debilidad de cada signo durante esta quincena (de Luna llena a Luna nueva).
Es una propuesta distinta, pero espero que te guste.
♈ Aries: 21 de marzo – 19 de abril
Fortaleza: Sota de Bastos | Debilidad: 4 de Oros
Este ciclo te impulsa a tomar la iniciativa y probar cosas nuevas con entusiasmo. Pero si insistes en controlarlo todo o temes perder lo que tienes, podrías bloquear ese impulso creativo.
♉ Tauro: 20 de abril – 20 de mayo
Fortaleza: 10 de Copas | Debilidad: Reina de Copas
La armonía familiar y emocional es tu punto fuerte estos días. Sin embargo, podrías caer en una sobrecarga afectiva que te haga perder claridad en lo que realmente necesitas.
♊ Géminis: 21 de mayo – 20 de junio
Fortaleza: 8 de Espadas | Debilidad: 10 de Bastos
Estás tomando conciencia de tus propias limitaciones internas, lo cual es un gran avance. Pero si te sobreexiges, podrías terminar agotado emocional y físicamente.
♋ Cáncer: 21 de junio – 22 de julio
Fortaleza: La Muerte | Debilidad: 3 de Bastos
Tienes la fuerza para soltar lo que ya no sirve y renacer desde otro lugar. Aun así, podrías sentir ansiedad o estar impaciente al no ver resultados inmediatos.
♌ Leo: 23 de julio – 22 de agosto
Fortaleza: 5 de Oros | Debilidad: Sota de Copas
Este ciclo te invita a reconocer tus vacíos con honestidad y buscar nuevas formas de sanar. Pero podrías verlo todo desde una sensibilidad inmadura que nubla tu capacidad de avanzar.
♍ Virgo: 23 de agosto – 22 de septiembre
Fortaleza: 5 de Copas | Debilidad: Sota de Oros
Aceptar una pérdida o un duelo emocional es lo que te permitirá fortalecerte. Sin embargo, podrías caer en el materialismo o en ideas banales por errores del pasado.
♎ Libra: 23 de septiembre – 22 de octubre
Fortaleza: La Sacerdotisa | Debilidad: As de Copas
Tu intuición es tu mayor guía en estos días. Aun así, podrías tener dificultades para expresar lo que realmente quieres o sientes, e incluso para permitirte recibir afecto de manera abierta.
♏ Escorpio: 23 de octubre – 21 de noviembre
Fortaleza: Rey de Copas | Debilidad: 8 de Bastos
Tienes un dominio emocional admirable y sabes mantener la calma en el caos. Pero las prisas o noticias inesperadas pueden sacarte de tu centro si no manejas bien el ritmo.
♐ Sagitario: 22 de noviembre – 21 de diciembre
Fortaleza: 5 de Bastos | Debilidad: 4 de Copas
Estás listo para defender tus ideas y tomar acción. Sin embargo, tus emociones pueden estar bloqueadas, dificultando una comunicación clara con los demás.
♑ Capricornio: 22 de diciembre – 19 de enero
Fortaleza: La Templanza | Debilidad: La Fuerza
Tu equilibrio y paciencia son aliados clave estos días. Pero no intentes forzar las cosas ni ejercer demasiado control: podrías agotar tus energías en luchas innecesarias.
♒ Acuario: 20 de enero – 18 de febrero
Fortaleza: As de Oros | Debilidad: 4 de Espadas
Se te abren puertas para iniciar algo concreto y valioso. Sin embargo, podrías estar demasiado pasivo o mentalmente cansado como para aprovechar la oportunidad al máximo.
♓ Piscis: 19 de febrero – 20 de marzo
Fortaleza: As de Bastos | Debilidad: 2 de Bastos
El deseo de iniciar algo nuevo está encendido y cargado de energía. Aun así, podrías quedarte estancado en la indecisión o en pensar demasiado sin actuar
✦ Agradecimiento
Espero que esta "lunada" haya sido de tu agrado.
Recuerda que esta edición, la número 0, es la versión piloto y será gratuita. Si quieres seguir leyendo las nuevas ediciones, puedes suscribirte a mi perfil de Ko-Fi o en la página de Kajii Narumi.
Gracias por leer hasta el final. Que la luna te alumbre... sin cegarte.
Recuerda: pórtate mal, cuídate bien, niégalo todo y finge demencia.
— I. A. Suárez V.
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